El lugar es ideal para los que busquen tranquilidad, literalmente a pie de las pistas de esqui, aunque si no te va el esquĂ, tienes el bosque al lado para realizar excursiones adentrĂĄndote en Ă©l y, con un poco de suerte, cruzarte con ciervos como fue nuestro caso.
Por ponerle alguna pega al alojamiento, sĂłlo se me ocurren dos: una, siendo muy quisquilloso, que no disponen de ascensor, aunque el hotel tiene sĂłlo dos plantas, cuando llegas con las maletas o la compra puede ser un poco engorroso. La segunda, y esta sĂ que deberĂa considerarla la direcciĂłn del establecimiento, es que las camas son extremadamente duras lo que puede comportar un descanso deficiente.
Por lo demĂĄs todo a pedir de boca: buena atenciĂłn del personal, supermercado cercano, el entorno es paisajĂsticamente precioso, habitaciones bien climatizadas, lavavajillas, microondas... todo lo necesario para que la estancia sea agradable.