Excelentes instalaciones ideales para descansar y disfrutar de la naturaleza. El personal sigue el protocolo y medidas de prevenciĂłn para COVID-19, y hay muchos espacios abiertos por lo que pocas veces estĂĄs en contacto con otras personas, a excepciĂłn del restaurant. El servicio de comida es deficiente, considerando que no hay algĂșn restaurante cerca (tendrĂan que ir a Cadereyta centro), sus horarios son limitados y la atenciĂłn es lenta. Nosotros hicimos check in a las 4:30 pm y ya no alcanzamos horario de comida, nos dieron reservaciĂłn a las 6:30 pm pero se retrasaron y la cena iniciĂł hasta las 7:30 pm ( mĂĄs el tiempo de preparaciĂłn.. ). Recomiendo comprar snacks antes de llegar a la hacienda. Y a los del hotel tener algo de comida rĂĄpida en los horarios que no tienen servicio de restaurant ( quesadillas, hotdogs...) un huĂ©sped sin hambre podrĂĄ disfrutar mĂĄs de las instalaciones :).