La ubicación es excepcional y el hotel, antiguo y singular, una joya, pero algunas instalaciones, como el ascensor o el aparcamiento requieren una urgente renovación.
El personal de cafetería y restauración, en general muy inexperto y poco comprometido, descoordinado, lento y plagado de errores. No obstante, como excepción, agradecer la atención de Claudia, por su esfuerzo, educación y simpatía. Y también en recepción a Irma y a Carmen. Espero que se resuelvan esas cuestiones porque repetiremos.