Mala atención desde el recepcionista, le pedí la clave de wifi y me dijo que me la daba pero que la encontraría en el buró (no estaba), me dieron la suite 3, al subir y entrar el cuarto parecía más una bodega adaptada a una habitación de hotel, te reciben dos lavabos en la entrada, nada estéticos, la cortina era más brillosa que el vestido de una quinceañera, el baño estaba dividido en dos partes, entrando se encontraba el wc y frente a la cama una tina y la regadera en un cuarto de cristal , tipo hotel de paso. En la madrugada se escuchaba todo lo que hablaba la gente en el pasillo, la verdad muy desagradable la experiencia.