Bien ubicado, con todo lo necesario para una estancia familiar en un piso grande. El anfitriĂłn, muy amable, siempre se adaptĂł a nuestra hora de llegada (estuvimos cuatro fines de semana) y no tuvo inconveniente en permitirnos alargar unas horas nuestra salida.
El piso es grande (cuatro personas adultas cĂłmodamente, incluso cabrĂan cinco o seis) y ofrece muchos servicios, que te evitan ir cargado en el equipaje (plancha, secador del pelo...). Tanto Gonzalo como su madre, que nos atendiĂł un dĂa, son amables y serviciales. El pueblo tiene mucho encanto. Una estancia estupenda!